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Concha Calero nació en 1952 en el barrio de Santa Marina y empezó a ensayar casi a escondidas antes de convertirse en un referente y en recibir numerosos reconocimientos

Concepción Calero Cantero, bailaora y profesora paya de fama internacional, más conocida por Concha Calero, nació en 1952 en un barrio muy flamenco y torero: Santa Marina. De familia de casta, prima del torero Calerito y con mucho arte, su padre era presidente de la Peña Cucharón. Tuvo que aprender a bailar casi a escondidas. Comenzó en la Sección Femenina, único sitio donde se podía aprender a bailar y tocar las castañuelas en Córdoba, ya que no estaba bien visto que la niña fuera artista. Con una pareja de su misma calle montaba sus propias coreografías, pero apuntaba maneras y aprendería con el maestro Fraguero, un pianista flamenco. Su oportunidad le llegó de la mano de Juan Morilla y su ballet. Tenía 15 años y se trasladó a Madrid durante dos meses para aprender los bailes que después interpretaría en el espectáculo de Juanito Valderrama y Dolores Abril.

Concha con su Marido el guitarrista Merengue de Córdoba

Profundizaría en el baile español en Amor de Dios, centro emblemático del flamenco y de la danza española. Creado en 1953 como estudio de ensayo para la compañía de Antonio el Bailarín. Su primer destino fue Beirut, junto a otras cinco compañeras, en la compañía de Juan Morilla, donde permaneció durante año y medio. A su regreso, recaló en la compañía de Salomé, en Valencia, y después en Canarias, con Bambino. Más tarde volvería a actuar, como solista, en el tablao flamenco El Zoco, donde ya había realizado suplencias de bailaoras, regentado entonces por Antonio Romero, inaugurado en 1956 por Antonio Cruz Conde como oferta de artesanía cordobesa y flamenco para el incipiente turismo.

Romero era propietario de los quioscos San Rafael y Molino Rojo, dos locales ya desaparecidos que estaban en los jardines de la Victoria, donde el padre de la bailaora, que era camarero, trabajaba. También de un bar en la calleja de las Flores, el Mesón Abderramán III, y en todos actuaba un apuesto guitarrista, Rafael Rodríguez Fernández Merengue de Córdoba, hijo de Romero. Y aunque se conocían desde niños y habían coincidido actuando en el Zoco, un día fue allí a verlo y surgió la chispa y en seis meses se casaron, en 1971. Fueron contratados en Hawai para tres meses, aunque permanecieron un año. Pero a Concha le tiraba más su tierra y regresaron.

Al volver a Córdoba, en 1972, Rafael y Concha crearon la Academia de Baile y Guitarra, poniendo en marcha la primera entidad de baile flamenco de Córdoba, en Ciudad Jardín. Un constructor amigo suyo la animó a montar la academia y antes de comenzar con la publicidad, con el boca a boca, ya tenía inscritos a 200 alumnos, de manera que alternaron la enseñanza con actuaciones en el Zoco. Fruto de esta unión nacieron dos hijas, Coco Calero y Desirée Calero La Merenguita, que también son bailaoras.

Comenzó otra etapa de su carrera en 1975, cuando se incorporó al Ballet Nacional, dirigido entonces por María Rosa. Recorrió Francia, Bélgica, Holanda, Inglaterra, África del Norte y Brasil. Numerosas giras que compaginó con actuaciones en la mayoría de festivales flamencos de Andalucía, como La Cata de Montilla, Bienal de Sevilla, Puente Genil o Granada.

Concha Calero bailando

En 1983 obtuvo el primer premio de baile en el X Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. El premio Encarnación López La Argentinita supuso un gran estímulo para su proyección profesional. Fue la primera cordobesa en lograr el por entonces máximo galardón del arte flamenco de España. En 1985 y 1988 recibió el galardón Máster a la Popularidad. Varios de sus alumnos han sido galardonados en televisión en los concursos Gente joven y Nueva gente entre los años 1981 y 1989, a los que hay que añadir los premios de la Junta de Andalucía en 1989, 1993 y 1994.

A lo largo de su dilatada carrera ha impartido numerosos cursos de flamenco en España y en el extranjero. Ha participado en festivales de flamenco por toda la geografía española y europea, compaginándolos con la enseñanza en su academia, de donde han salido muchos alumnos que hoy son figuras que sobresalen en el panorama flamenco del país. Ha recibido homenajes en insignias de oro y brillantes de numerosas entidades flamencas, además de la Fiambrera de Plata en 1989 concedida por el Ateneo de Córdoba.

En 1994 la Academia de Concha Calero y Merengue de Córdoba obtuvo el primer premio en el concurso Mañana serán estrellas. En 1995 realizó la coreografía de la obra flamenca que presentaron en su espectáculo Eco y Narciso y ha participado en numerosos programas de televisión, como La puerta del cante.

Concha Calero en la actualidad

El día 9 de septiembre de 2006 tuvo lugar en el Alcázar de los Reyes Cristianos un acto flamenco en el que Concha Calero se despidió de los escenarios. La acompañaron su marido Rafael Rodríguez Merengue de Córdoba y sus hijas Coco y Desirée. En 2007 serían nombrados Cordobeses del Año. Sus hijas continúan con su legado. La Academia de Baile Concha Calero y Merengue de Córdoba es hoy la más antigua de la ciudad y desde hace más de cuatro décadas forman parte del activo artístico de la capital. El baile y la guitarra flamenca tienen nombre propio en esta tierra.

Definida como flamenca de rompe y rasga. Apasionada y vibrante. Siempre distinta y con giros imprevisibles en el baile, que la guitarra de Merengue entiende como ninguno. Concha es el alma de la soleá.

Tabla de Concha Calero en el parque del flamenco de Fuente Palmera

FUENTE: www.eldiadecordoba.es