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Estamos ante otra figura del cante de la que sólo tenemos referencias sobre su persona y su vida y, como sabemos, esto es frecuente cuando nos adentramos hacia atrás en la historia del flamenco. A pesar de la dificultad para aclarar la identidad del personaje hay, sin embargo, unanimidad entre los expertos que se han interesado por esta figura en calificarle como extravagante, raro, enigmático y dominador del estilo de la seguiriya. Sobre su origen ha habido gran confusión, e incluso se ha discutido su nombre verdadero. Parece que a partir de 1973 y debido a un artículo de D. Luis Suárez Ávila, autor que halló en el archivo de la Iglesia Prioral del Puerto de Santa María la partida de bautismo del cantaor, sabemos que nació en esta ciudad el día l4 de enero de 1850 y que fue bautizado con el nombre de Tomás de Vargas Suárez de la Seda, conociéndosele también por los apodos de el «Nitri», el «Nitre» o «Mandanga».

Sobre la rareza de el «Nitri», la descripción que de su personalidad ofreció G. Nuñez de Prado, en su conocida obra «Cantaores andaluces», fue calificada por Rafael Molina como arbitraria y en absoluto cierta, ya que lo presente como un caso extremo de timidez erótica, llegando a afirmar Nuñez de Prado que «este hombre estuvo en realidad, y de manera innegable, imposibilitado de sentir como un hombre el amor, a pesar de todas las apariencias jamás quiso a una mujer, constantemente vivió alejado de la bella mitad de la especie humana». Rafael Molina, en cambio, rechaza esta imagen que da Núñez de Prado, afirmando que «todo el mundo sabe (?) que Tomás el «Nitri» se había juntado a la mujer de su tío, la «Andonda». Tampoco se ha probado esta unión, lo que sí es cierto es que era sobrino de Francisco Ortega el «Fillo» y que, según parece, vivió con él desde niño y de su tío aprendió los cantes que luego le hicieron famoso.

Placa de Tomas «El Nitri» situada en el parque del flamenco de Fuente Palmera

Es conocida la rivalidad artística que durante su vida mantuvo con Silverio, o más bien la negativa constante de el «Nitri» a cantar junto a Silverio, aunque éste se lo pidió constantemente, hecho que no ha tenido explicación, o se ha explicado de forma diversa. Según Rafael Molina P estaría en el complejo de inferioridad de el «Nitri». En cambio para los partidarios de el «Nitri» el motivo sería mucho más profundo. Comenta Molina que la causa se encuentra en la ruptura de las relaciones, casi familiares, de el «Nitri» y sus parientes con Silverio. No obstante, lo que se reconoce unánimemente es que ambos fueron extraordinarios cantaores: Silverio como artista enciclopédico en los cantes y el «Nitri» como gran seguiriyero. Como tal pasó el «Nitri» a la historia del flamenco, así como por el hecho de que fue el primer cantaor al que se le concedió la «llave de oro del cante». Existen diversas explicaciones sobre este evento; en efecto, Alfredo Arrebola en su obra «Perfiles estéticos y biográficos de cantaores flamencos» ofrece tres versiones: La primera, recogida de un folleto publicado en l97l, con motivo de la celebración de la «Fiesta de los cantes de los Puertos», en la que, explicando la vida de el «Nitri», se decía que éste alcanzó su mayor triunfo en el año l862 en que recibe de don Manuel Pérez de Guzmán la primera de las «llaves de oro del cante» que se han otorgado en la historia flamenca.

La segunda versión recogida por Arrebola se basa en lo publicado por el flamencólogo Gonzalo Rojo en el diario «Sur» de Málaga, en la que se decía que «tras una reñida competencia con Silverio Franconetti, que tuvo como escenario el «Café sin Techo», de la calle Siete Revueltas de Málaga, le fue otorgada la «llave de oro del cante», trofeo que pesaba dos libras de las llamadas carniceras, en total 72 onzas cabales de plata, sirviendo como modelo la llave del toril de la plaza de Málaga». ¿Se refieren las citas anteriores al mismo acto?. De todas formas, si como se indica la llave la recibió en 1862 y nació en 1850, habria tenido en ese momento doce años. Por otra parte, y como tercera versión, Alfredo Arrebola cita lo que escribió Francisco Vallecillo Pecino en la revista «Flamenco» número 9, de marzo de l975: «…Una referencia tomada hace años de viva voz de una hija de el Tío Maero asegura que la entrega tuvo lugar en Málaga y que el grupo de amigos, todos gitanos, que otorgó la llave estaba encabezado por Tío Maero, que durante años fue protector de el «Nitri» y terminaba Arrebola preguntándose ¿donde está la verdad?. Parece que existe unanimidad en considerar a este cantaor como legítimo heredero de los cantes de su tío El Fillo, y que de esos cantes fue maestro en la seguiriya, palo éste del que se le atribuyen varias letras, que constan en la «Colección de cantes flamencos» de Demófilo y de las que se dejan aquí constancia:

Por aquella ventana

que al campo salía

le daba voces a la mare de mi alma

y no me respondía

La Pastora Divina

venga en mi compaña

porque me veo sin calor de nadie

en tierra «mu» extraña

Oleaitas é la mar

qué fuertes veneis

y a la pobre mare de mi alma

no me la traeis

Arbolito del campo

lo riega el rocío

como yo riego las piedras de tu calle

con el llanto mío

Doblaron

Habían «doblao» las campanas, señores,

de San Juan de Dios

como doblaron

Habían «doblao» por mi mare de mi alma

de mi corazón.

DISCOGRAFÍA RECOMENDADA

El Cante Flamenco.- Antologia Histórica, Vol. I. Seguiriyas del Nitri. Sernita de Jerez. PHILIPS, 1987

Antonio Mairena.- Grabaciones completas, Vol. 7. Seguiriyas del Nitri. Antonio Mairena. RCA, 1992

FUENTE: www.horizonteflamenco.com