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Leyenda del baile, Antonio Gades (1936-2004) es una referencia esencial en el panorama dancístico y teatral europeo del siglo XX.

Bailarín, coreógrafo e intelectual de la danza, buscó con su obra restituir la esencia de cada paso, de los que han sido definidos por la tradición, por el folclore, por el pueblo. Su obra puede ser vista como una tentativa de estudiar en profundidad la cultura española, culta y popular, y de glorificarla honrando sus raíces y sus fuentes. Siempre se mantuvo consciente, sobre todas las cosas, de que su trabajo estaba representando la herencia cultural de su pueblo, y que debía andar con pies de plomo para respetar su integridad, para no desnaturalizarla.

Su mayor logro fue hacer del flamenco un arte dramático, teatralizando sus coreografías, y desdeñando ese aspecto exhibicionista y gratuitamente virtuoso que amenaza a veces con invadir la escena. Gades tenía una visión de la danza inclusiva:

“la gente piensa que para bailar hay que ser joven, guapo, alto, delgado… Para nada es así. Bailar es expresar un sentimiento y lo puede hacer cualquiera. Probablemente una de las razones por las que nuestra compañía tiene tanto éxito es porque es verdaderamente humana. No es una compañía que danza, es un pueblo que danza”.

Su encuentro en 1981 con el cineasta Carlos Saura sería decisivo para la difusión de sus coreografías y juntos transportan a la pantalla el ballet Bodas de Sangre (1974). El film obtiene un enorme éxito en el mundo entero. Continuaron con la película Carmen, a la que siguió un ballet del mismo nombre, después El amor brujo y el ballet Fuego que cierra este fructífero ciclo del tándem que popularizó el flamenco hasta los confines del mundo. Después llegó Fuenteovejuna (1994), considerada hasta la fecha como cumbre de la danza española, fue también, por desgracia, su última obra.

Falleció en 2004, sus cenizas reposan en el Mausoleo de los Héroes del Segundo Frente Oriental, en Cuba.

Pese a dejar una parte de su obra inmortalizada a través del cine, ha sido el trabajo de la Fundación que lleva su nombre el que ha permitido traspasar su legado estilístico y coreográfico a las nuevas generaciones de bailarines, estudiantes y público en general. De otra forma, su trabajo hubiera desaparecido.

Paralelamente a esta labor, se ha podido reunir y proteger un importante archivo documental. Este archivo refleja una época en la que la danza tomó una importancia monumental en la visión que de España se tuvo en el mundo tras la llegada de la democracia.

Antonio Gades triunfó como bailarín y coreógrafo y nunca perdió de vista sus orígenes humildes.

Vida y trayectoria

Antonio Esteve Rodenas, más conocido como Antonio Gades, nació en Elda el 14 de noviembre de 1936 en el seno de una familia humilde que vivía en una casa-cueva.

Pocos meses después de su nacimiento, se trasladan a Madrid, siguiendo al padre, albañil de profesión, que se había alistado de forma voluntaria en el Ejército republicano.

Con solo once años, Antonio Gades se ve obligado a comenzar a trabajar en un estudio fotográfico, y en el diario ABC, donde ejerce de mozo.

En 1949 se inscribió en una academia de baile. Será allí donde conocerá a Pilar López, su descubridora. En 1951 entró a formar parte de la compañía. Pilar y el primer bailarín, Manolo Vargas, serán los encargados de adentrarle en el folklore español.

Durante los 12 primeros años de trabajo profesional viajó y se formó también en danza clásica. En 1962 fundó su primera compañía y viaja a Italia como primer bailarín y coreógrafo con Carmen y La historia de los tarantos.

Tras varios meses en Italia regresó a España representando La historia de los tarantos y rodando una película Los Tarantos, del director Rovira Beleta.

Representó a España en 1964 en la Exposición de Nueva York quien lo acogió como a un ídolo del flamenco. Este año que se casó con Marujita Díaz, separándose 20 meses después. En 1965 estrena Don Juan en el Teatro de la Zarzuela. La obra supone un fracaso de público, lo que produjo un grave quebranto económico al artista. En 1968, cuando vivía con la bailarina Pilar San Clemente, regresó a la Scala de Milán junto a Rudolf Nureyev.

En 1969 realizó la coreografía de El amor brujo con la Ópera de Chicago. Representó la obra en Francia, Italia, España, Japón, Estados Unidos, Marruecos, Argentina, y entre otros países con su propia compañía, el Ballet de Antonio Gades.

En 1971 se separó de Pilar, de quien tenía dos hijos, y en 1973 se unió a Pepa Flores (Marisol) con quien tendrá tres hijas: la actriz María Esteve, Tamara y la cantante Celia Flores.

Hasta 1974 recorrerá todo el mundo con Bodas de sangre y anunciará su retirada. En 1976 rodó con Albert Camus, Días del pasado, y con excepción de un viaje por Cuba y Estados Unidos con Alicia Alonso, no vuelve a bailar.

En 1978 fue nombrado Director del Ballet Nacional Español, cargo en el que permaneció dos años. Formó una nueva compañía que permanecerá activa hasta 1981.

Participó en la política encabezando la candidatura del Bloc d´Esquerra d´Alliberament Nacional (BEAN) en las municipales de Alicante en 1979, y se mantendría vinculado a esta formación durante la década de los 80. Más tarde acabó militando en el Partido Comunista de los Pueblos de España, siendo miembro de su Comité Central hasta su muerte y se mantuvo vinculado al Partido Comunista de Cuba toda su vida.

En 1986 se separó de Pepa Flores. En 1988 contrae matrimonio con Daniela Frey, de la que se separa en 1993.

Su última producción como coreógrafo fue Fuenteovejuna, bajo la adaptación de José Manuel Caballero Bonald, y que fue estrenada en la Ópera de Génova en 1994.

Tras una larga enfermedad, vivida junto a su nueva compañera, Eugenia Eiriz, falleció en Madrid en 2004. El 6 de junio había recibido de manos de Fidel Castro la Orden José Martí, máxima condecoración de la República de Cuba. En 2005 sus cenizas fueron enterradas en el Mausoleo de los Héroes de la Revolución Cubana.

Tabla de Antonio Gades en el parque del flamenco de Fuente Palmera

FUENTE: WWW.ANTONIOGADES.COM
www.plusesmas.com