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Granaina

Juan Carmona se inició en el arte como bailaor por imposición de su padre. Contaba entonces nueve años. Su maestro de danzas fue Paco el Sastre. Actuaba por las tardes en el Sacromonte y por las noches en el Hotel Alambra-Palace, siempre al lado de Mario Maya. No pisó la escuela, ni tuvo realmente infancia, aunque recibió las suficientes clases particulares como para defenderse con cierta soltura en el mundo.

Realmente, lo que Juan Carmona quería era tocar la guitarra, y acabó convenciendo a su padre de que ahí estaba su futuro. A los catorce años, ya se las apañaba con las seis cuerdas. Fue, verdaderamente Juan Hidalgo López, El Ovejilla, quien le enseñó los secretos del instrumento. Sus maneras tocaoras, de una indiscutible personalidad, se asientan en El Ovejijlla, Niño Ricardo y Manolo de Huelva -sin olvidar la admiración rendida por Paco de Lucía-.

Con Camarón, Tomatito y José Carmona

Juan Carmona empezó tocando en su tierra y cuando se incorporó a los elencos de las bailaoras Gracia del Sacromonte y de Fernanda Moreno tuvo la oportunidad de hacer gira. Llegó a Madrid con dieciséis años para actuar en la Feria del Campo, y volvió a venir en 1956 para acompañar a Mario Maya en El Duende, un tablao que también con Mario Maya, al tablao Torres Bermejas.

El servicio militar lo cumplió en Barcelona, donde realizaría sus primeras grabaciones, con Rafael Farina, Jarrito y Fosforito. A su regreso a Madrid, intervino en un disco fundamental, nada más y nada menos que con Manolo Caracol.

Familia Habichuela

Con Fosforito, a quien secundaba en Torres Bermejas, llegó a formar una pareja artística de gran tirón. Con él hizo una gira por toda América. En la compañía de Manuel Vargas fueron a trabajar en la Feria Mundial de Nueva York, donde estuvieron seis meses. Posteriormente hicieron otros seis meses de gira hasta México por carretera.

Secundando a Fosforito, Juan Habichuela entró en el circuito festivalero andaluz, que empezaba a florecer, y del que será parte indispensable por derecho propio. Todos los grandes querían cantar con él, desde Mairena hasta Camarón.

En 1974 obtiene un premio en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. Es galardonado por la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera con el Premio Nacional de Guitarra. En 1990 le fue entregado el VII Trofeo Lucas López, que compartió con Tomatito. En 1994 resultó doblemente distinguido con el premio “Compás del Cante” y el II Galardón Flamenco Calle Alcalá.

Es padre de Juan Carmona y Antonio Carmona, componentes de Ketama, un grupo básico en el nacimiento de lo que se ha dado en denominar “Joven flamenco”.

Juan Carmona ha trabajado en la Cumbre Flamenca, la Bienal de Sevilla, el espectáculo “Flamenco Puro” (Nueva York, 1986) y en 1986 acompañó a Enrique Morente en el Teatro Real de Madrid.

Ha grabado con todos los que han sido en las últimos treinta años: Manuela Vargas, Rafael Farina, Manolo Caracol, Jarrito, El Lebrijano, Fosforito, Fernanda y Bernarda de Utrera, Juan Valderrama, José Menese, El Chocolate, Pansequito, Martín el Revuelo, Manuela Gerena, Carmen Linares, Sorderita, Ketama, Naranjito de Triana, Enrique Morente, Luis de Córdoba, Calixto Sánchez, Diego Clavel, Rosario López, Enrique Orozco, Pepa de Utrera, Paco Valdepeñas, El Colorao, Curro Andrés, José Sorroche, Carlos Cruz, Rafael Heredia, José el de la Tomasa, … y El Tiriri.

Aunque primero fue bailaor y después guitarrista, su gran amor es el cante, por eso lo sabe acompañar tan ajustadamente. Artistas como Sabicas o Valderrama han destacado la calidad tocaora de Juan Habichuela. La maestría es un grado, que conceden artistas y aficionados; pocos pueden presumir de maestro como el tocaor Juan.

Tabla de Juan Habichuela en el parque del flamenco de Fuente Palmera

FUENTE: www.deflamenco.com